viernes, 12 de abril de 2013

Grecia helenistica


El período helenístico duró desde 323 a. C., cuando terminaron las guerras de Alejandro Magno, hasta la anexión de Grecia por la república romana en el 146 a. C. Aunque el establecimiento del reinado romano no rompió la prolongada continuidad en la sociedad y la cultura helenísticas –que se mantendrían en la misma forma básica hasta la llegada del cristianismo– sí señaló el final de la independencia política griega.Durante el período helenístico, la importancia de «la misma Grecia» (es decir, el territorio de la actual Grecia) se reducía bruscamente por el mundo grecoparlante. Los grandes centros de la cultura helenística eran Alejandría y Antioquía, las capitales de Egipto ptolemaico y Siria seléucida respectivamente.

Las conquistas de Alejandro tuvieron varias consecuencias para las ciudades-estado griegas. Ampliaron enormemente las fronteras de los griegos y acabó en una emigración continua, especialmente de los jóvenes y los ambiciosos, hacia los nuevos imperios griegos al este. Muchos griegos emigraron a Alejandría, Antioquía y a las muchas otras ciudades helenísticas nuevas que se fundaron en la estela de Alejandro, tan lejos como los actuales Afganistán y Pakistán, donde sobrevivieron los reinos grecobactriano e indogriego hasta los finales del siglo I a. C.Después de la muerte de Alejandro y tras varios conflictos, su imperio se dividió entre sus generales, resultando en el Reino Ptolemaico(basado en Egipto), el Imperio seléucida (basado en el Levante), Mesopotamia y Persia, y la Dinastía Antigónida (basada en Macedonia). En el período intermedio, las polis de Grecia pudieron recobrar un poco de su libertad, aunque tenían que rendirle cuentas nominalmente al Reino Macedonio. Las ciudades-estado se quedaron en dos ligas: la Liga Aquea (incluyendo Tebas, Corinto y Argos) y la Liga Etolia (incluyendo Esparta y Atenas). En la mayor parte del período hasta la conquista romana, estas ligas solían estar en guerra entre sí, mientras se aliaban a partidos distintos en los conflictos entre los diádocos (antiguos generales de Alejandro, herederos de su reino).
El reino antigónida de Macedonia se implicó en una guerra con la república romana a finales del siglo III a. C. Aunque la Primera Guerra Macedónica quedó inconclusa, los romanos siguieron haciendo la guerra con Macedonia en las denominadas «Guerras Macedónicas». Coincidentemente con el desarrollo de la Segunda Guerra Púnica entre Roma y Cartago, durante la Primera Guerra Macedónica el reino antigónida, bajo Filipo V, se alió con Cartago. Dicha alianza no tuvo mayores consecuencias e, inclusive, en esta lucha entre grandes potencias como Macedonia, Roma y Cartago, algunos sectores griegos tomaron partido por Roma. Hacia el año 168 a. C., finalizada la Tercera Guerra Macedónica y derrotado Perseo ―heredero de Filipo V―, Macedonia fue anexada por Roma y dividida en cuatro repúblicas independientes que no tenían permitido ni el comercio ni el matrimonio entre sus habitantes. En 150 a. C., Andrisco diciéndose hijo de Perseo de Macedonia, realizó varias ofensivas contra Roma, hasta su derrota y la conversión definitiva de Macedonia en provincia romana.


No hay comentarios:

Publicar un comentario